¿De qué sirve soñar despierto?

El pensamiento nunca descansa, en cuanto se deja de estar concentrado en una tarea, o no hay nada que capte la atención, la gente se pone a soñar despierta, divagar, imaginar cosas o recordar hechos pasados. ¿Qué necesidad hay de tener siempre algo en la cabeza? ¿Por qué distraerse y pensar en otra cosa cuando se está haciendo algo? En definitiva ¿Para qué sirve el pensamiento espontáneo, sin finalidad aparente?

El pensamiento espontáneo es frecuente y ubicuo; la investigación no deja lugar a dudas, la mayor parte de las personas tienen pensamientos espontáneos frecuentemente. Es más, es un fenómeno específica y típicamente humano, aunque no podamos saber hasta qué punto otros animales, como los primates, pueden experimentar pensamientos privados. En todo caso, hay que tener en cuenta que el pensamiento espontáneo se relaciona con áreas del cerebro típicamente hiperdesarrolladas en los humanos.

¿Cuál es la función del pensamiento espontáneo?

En otra entrada de este blog ¿A dónde lleva dejar vagar el pensamiento libremente?, se explica que el pensamiento puede vagar libremente, estar controlado por ciertos antecedentes (estímulos externos o recuerdos) o moldeado por sus consecuencias prácticas en función de las metas, aunque estas tres categorías no siempre están rígidamente separadas. En esta entrada se plantea cuál es la función del pensamiento espontáneo, el que vaga libremente o con pocas restricciones.

Aunque aún queda mucho por dilucidar parece que el pensamiento espontáneo sirve para innovar, para aprender y crecer psicológicamente. Y también para viajar al pasado y al futuro. E, incluso, aunque parezca un contrasentido, sirve para organizarse.

El pensamiento espontáneo sirve para innovar, para aprender y crecer psicológicamente. Y también para viajar al pasado y al futuro. E, incluso, para organizarse.

Creatividad e innovación.

La evolución de las especies se produce gracias a una gran cantidad de mutaciones genéticas al azar de las que solamente unas pocas resultarán ser capaces de aumentar la supervivencia, con lo que la selección natural hace que, al cabo de unas generaciones, todos los individuos tengan esa mutación que apareció en un principio sólo en un individuo y al azar. El aprendizaje, la creatividad y la innovación humana funcionan, hasta cierto grado, de una forma similar. Por ello, una importantísima función del pensamiento espontáneo podría ser cambiar continuamente sin una dirección predeterminada para producir nuevas ideas, de las que solamente unas pocas fructificaran. Sabemos ahora que el pensamiento controlado enfocado exclusivamente a encontrar la solución de un problema es, en muchas ocasiones, más un obstáculo que una ayuda y que el pensamiento lateral, en palabras de De Bono, o sea olvidarse del problema y volver a él más tarde, después de divagar, ayuda a encontrar una solución creativa. Por lo tanto, pensar libremente, sin restricciones, es una fuente de nuevas ideas o de nuevas combinaciones de ideas preexistentes como señaló Hans J Eysenk al identificar a las personas creativas como personas con mucha desinhibición cognitiva o, dicho de otra manera, falta de control del pensamiento espontáneo.

Perspectiva temporal.

Un tipo de pensamiento espontáneo es el constituido por lo recuerdos biográficos y se desarrolla al rememorar episodios significativos pasados, ya sean desagradables o agradables, a partir de cualquier detalle del presente. Estos recuerdos, aparentemente desordenados, alimentan la identidad, la conciencia del yo y la autoestima. Pero el pensamiento espontáneo también puede ser proyectado hacia el futuro, imaginando situaciones futuras. Estos pensamientos ayudan a encontrar nuevos objetivos o generar nuevas metas.

Metas y organización.

Buena parte de la actividad humana está regida por rutinas condicionadas externamente, horarios de laborales, escolares, del comercio, agendas, alarmas, etc. Cuando se está concentrado en ciertas tareas, es posible que se dejen de hacer tareas que se tenían planificadas, aparece el olvido por falta de atención o por absorción en una tarea. Cuando se deja vagar el pensamiento espontáneo, aparece el efecto contrario, se recuerdan tareas incompletas, cosas que se tienen que hacer, objetivos que se habían planteado y arrinconado. El pensamiento espontáneo puede convertirse en una especie de recordatorio de cursos de acción iniciados y no completados.

Las malas pasadas del pensamiento espontáneo.

O sea que el pensamiento espontáneo, aunque aparentemente caótico y sin propósito, tiene unas funciones necesarias para el desarrollo de las funciones psicológicas, se puede decir que aporta flexibilidad mental para adaptarse al entorno.  Pero la verdad es que se ha prestado más atención a la relación entre pensamiento espontáneo y el malestar que a descubrir sus funciones adaptativas, dando por supuesto que el pensamiento espontáneo es una forma de malgastar el tiempo en actividades no enfocadas a un objetivo concreto. Actualmente hay psicólogos que defienden que el pensamiento espontáneo tiene una función adaptativa y necesaria y, solamente en determinadas circunstancias, estas funciones adaptativas juegan malas pasadas y se convierten en vulnerabilidad hacia los trastornos del estado de ánimo. En esta línea se encuentra un excelente artículo que Igor Marchetti, actualmente en la universidad de Trieste, ha publicado junto con E.H.W Koster, E. Klinger y con la profesora Lauren B Alloy, una referencia en las teorías cognitivas de la depresión, titulado Spontaneous Thought and Vulnerability to Mood Disorders: The Dark Side of the Wandering Mind (Pensamiento espontáneo y vulnerabilidad a trastornos afectivos: La cara oscura de la divagación mental)

El pensamiento espontáneo en interacción con los estados de ánimo y la perspectiva temporal genera nuevos tipos de pensamiento

La tesis principal de este grupo es que el pensamiento espontáneo, como la divagación, no está conectado directamente con el malestar como diversas investigaciones han hallado, sino que puede ser un precursor del malestar tanto como del bienestar. Los estados afectivos disfóricos, resultado de experimentar situaciones vitales de estrés o de tener un rasgos de personalidad de tipo ansioso, tienden a introducir restricciones al pensamiento espontáneo transformándolos en pensamientos reactivos rígidos. Por ejemplo, rumiaciones, que consisten en recordar una y otra vez hechos desagradables ocurridos recientemente, preocupaciones que consisten en dar vueltas bien a tareas no resueltas o a posibles amenazas futuras, baja autoestima, relacionada con los recuerdos de fracasos y rechazos a lo largo de la vida, o en desesperanza hacia el futuro.

Por otra parte, cuando el estado afectivo es placentero, el pensamiento espontáneo tiende a convertirse en recuperación de metas olvidadas, planificación, creatividad y la exploración de posibilidades futuras. Con todo ello deja de ser espontáneo, porque se introducen también restricciones, pero restricciones no rígidas como las mencionadas anteriormente, sino flexibles y orientadas a conseguir una meta o a realizar una acción.

Conclusión

En resumen, soñar despierto, divagar, imaginar cosas sin un propósito determinado no son una pérdida de tiempo, sino algo necesario para adaptarse al entorno de manera flexible y creativa. No se puede decir que el pensamiento espontáneo produzca malestar o bienestar, sino más bien que el pensamiento espontáneo potencia los estados afectivos, cuando son disfórico produce más rumiaciones y preocupaciones, y cuando es eufórico genera más riqueza y originalidad en planificación de nuevas metas.

En fin, que quizás no es útil plantearse las diferencias individuales en términos dicotómicos, como que hay personas con pensamiento convergente y personas con pensamiento divergente, sino como que, como han señalado los estudios sobre la creatividad, lo importante es ser capaz de modular el pensamiento, ya sea liberándolo de restricciones, ya sea introduciéndolas, en función del contexto y de las necesidades de cada momento.

Notas

El artículo de Marchetti y colaboradores es Marchetti I, Koster EHW, Klinger E, Alloy LB. Spontaneous Thought and Vulnerability to Mood Disorders: The Dark Side of the Wandering Mind. Clin Psychol Sci. 2016 Sep;4(5):835-857. doi: 10.1177/2167702615622383. Epub 2016 Feb 8. PMID: 28785510; PMCID: PMC5544025.

La teoría de la relación entre desinhibición y creatividad está expuesta en Eysenck, H.J. (1995). Genius: The natural history of creativity. Cambridge: Cambridge University Press

El libro de Edward De Bono sobre pensamiento lateral es: Edward De Bono (1967). The use of lateral thinking. London, Cape. Existe abundante bibliografía sobre Pensamiento lateral en castellano.

Para profundizar en la perspectiva temporal acerca de pensar sobre el pasado, el presento o el futuro se puede leer este sagaz libro de Zimbardo y Boyd sobre la paradoja del tiempo: Zimbardo, P., & Boyd, J. (2008). The time paradox: The new psychology of time that will change your life. Free Press. Está traducido al castellano.

Agradezco a mi colega el Dr Fermín Martínez Zaragoza, de la Universidad Miguel Hernández, sus comentarios sobre este texto.

3 respuestas

  1. Avatar de Kattia Rojas
    Kattia Rojas

    En Psicodrama trabajamos justamente con fortalecer la espontaneidad en la acción, y ahí aparecen nuevas posibilidades de enfrentar la situación de la persona protagonista. Moreno hablo de esta herramienta en la técnica para salir de los conserva cultural y abrirse a nuevas perspectivas para el sujeto. Me gusto mucho su artículo.

    1. Avatar de Jordi Fernández-Castro
      Jordi Fernández-Castro

      Sí estoy de acuerdo. La espontaneidad no se consigue con facilidad, hay que trabajar para conseguir retinar frenos.

  2. […] veces se puede fijar en algún detalle y otras en visones de conjunto. En el artículo de este blog ¿De qué sirve soñar despierto?, hablo del pensamiento espontáneo que va divagando de una cosa a otra, la red atencional de […]

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